jueves, 8 de septiembre de 2011

C.G.Jung. Respuesta a Job: La victoria del vencido, del oprimido, es clara: Job tenía mayor altura moral que Yavé. La criatura había superado al Creador en este aspecto. Siempre que un acontecimiento ex- terno tropieza con un saber inconsciente, este último puede hacerse consciente. En este caso el .acontecimiento externo se reconoce como algo deja vu, y se hace memoria de un saber preexistente acerca de él. La superioridad de Job no podrá ser ya eliminada del mundo. Con esto surge una situación nueva, sobre la que es necesario pensar y reflexionar. Ésta es la razón por la que interviene la Sabiduría. La Sabiduría favorece el necesario acto de reflexión, y de esta manera hace posible la decisión de Yavé de hacerse hombre. Esta decisión tiene graves consecuencias: Yavé se eleva sobre su primitivo estado anterior de conciencia, al reconocer indirectamente que el hombre Job es moralmente superior a él, y que ahora él tiene que reconquistar el ser del hombre. Si Yavé no hubiese to- mado esta decisión, habría caído en una flagrante contradic- ción con su omnisciencia. Yavé tiene que hacerse hombre, porque ha sido injusto con el hombre. Yavé, el guardián de la justicia, sabe que toda injusticia ha de ser reparada, y la Sabiduría sabe que también sobre Yavé impera la ley moral. Ydvé tiene que renovarse, porque su criatura le ha superado.
1 También en la tradición cristiana existe la opinión de que el demonio conocía ya desde muchos siglos antes la intención de Dios de hacerse hombre, y por ello sugirió a los griegos el mito de Dionisios, para que, cuando la buena nueva llegase realmente a ellos, pudiesen decir; "Esto lo conocimos nosotros ya desde hace mucho tiempo." Cuando, más tarde, los conquistadores descu- brieron en Yucatán las cruces mayas, los obispos españoles emplearon de nuevo este mismo argumento. Dioniso tuvo un nacimiento inusual que evoca la dificultad de encajarlo en el panteón olímpico. Su madre fue una mujer mortal, llamada Sémele, hija del reyCadmo de Tebas, y su padre Zeus, el rey de los dioses El investigador moderno Barry Powell cree que las nociones cristianas de comer y beber la «carne» y la «sangre» de Jesús fueron influidas por el culto a Dioniso. En otro paralelismo, aduce Powell, Dioniso fue también peculiar entre los dioses griegos, como deidad comúnmente percibida dentro de sus seguidores. El vino era importante para Dioniso, a quien se imaginaba como su creador; la creación de vino a partir de agua aparece también en las Bodas de Caná. En el siglo XIX, Bultmann y otros compararon ambos temas y concluyeron que la teofanía dionisíaca estaba transferida a Jesús. En Élide, durante las Tías, el festival de Dioniso, los sacerdotes colocaban tres tarros en una habitación sellada y al día siguiente aparecían milagrosamente llenos de vino

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